Los beneficios del vino

El vino: con moderación, es un potente antioxidante

¿A quién no le gusta acompañar las comidas con una copita de vino? Sobre todo en Canarias, con la gran variedad y calidad de caldos que disponemos en todas las islas… Y como es sabido desde hace mucho, con moderación el vino puede ayudar a prevenir, por ejemplo, problemas cardiovasculares gracias a su alto contenido de antioxidantes. Especialmente, a una sustancia llamada resveratrol que se encuentra principalmente en los vinos rojos.

El resveratrol se genera tras el proceso de fermentación de la uva. Aunque está presente en la planta, en la piel del fruto y las semillas. Conjuntamente con polifenoles, taninos y otras sustancias, resulta muy beneficiosa para el corazón y todo el sistema cardiovascular en general. Ayudando a prevenir infartos y otros problemas de este tipo.

Además, según diferentes investigaciones, estos antioxidantes podrían prevenir notablemente la aparición de problemas neurodegenerativos y la incidencia de colesterol malo.

También el vino tinto, con o sin alcohol, disminuye los efectos nocivos del tabaco en el endotelio, la capa de las células que proporcionan una reducción de fricción en el revestimiento de los vasos linfáticos, los vasos sanguíneos y el corazón. Y produce una acción anticoagulante o antitrombótico, por lo que un consumo moderado mejora el nivel de proteína fibrinógena que promueve la formación de coágulos de sangre.

Asimismo, ayuda a prevenir la iniciación y progresión de la arterosclerosis (endurecimiento de las arterias), consecuencia de que los vasos sanguíneos comiencen a perder su capacidad para relajarse. Por lo que el vino, mediante la promoción de la formación de óxido nítrico, favorece la regulación del tono vascular. Y también dos copas de vino tinto (250 ml), junto con la comida, baja la presión arterial en personas hipertensas.

Así que ya saben, con moderación, disfrutemos de todos los beneficios que nos aporta el vino a nuestra salud.
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